Ayer se nos fue Francisco Contreras
Padilla, Súper Paco, y el mundo del atletismo se ha quedado
huérfano. Así es porque se había convertido en un símbolo para
los millones de atletas aficionados que cada día se calzan sus
zapatillas, visten su ropa de faena, y se tiran a esas calles y
caminos de Dios a devorar kilómetros.
Francisco llegó muy tarde en edad a la
práctica del atletismo. Lo hizo por recomendación médica, y para
mejorar su salud; pero el consejo médico de andar de manera
periódica se convirtió en una necesidad casi diaria de correr, y
además largas distancias, especialmente por las sierras de su tierra
malagueña natal.
El hecho de tratarse de un octogenario
que recorría distancias ultra lo hizo famoso entre el mundillo
corredor, pero también entre los no iniciados. A esa fama contribuyó
también lo peculiar de su atuendo: pantalón de tergal de toda la
vida, camisa de vestir de manga larga (que cuando hacía calor se
desabrochaba hasta el ombligo), sombrero de paja, garrote de madera,
en la mochila agua y frutos secos; y en el calzado sí hacía algún
dispendio más: le gustaba una marca especializada en botas de
montaña, que cuando dejó de fabricar el modelo que usaba, fue para
el hijo de Francisco un auténtico problema encontrar algo parecido.
Francisco no le temía ni a las largas
distancias ni a los empinados recorridos; más bien al contrario
porque ahí se sentía como pez en el agua. En su currículo
encontramos carreras de entre 21 y 168 kilómetros, y todo ello empezando con casi ocho décadas de vida a la espalda.
Súper Paco era admirado por todos debido a su atuendo, a su edad, pero especialmente porque su objetivo era
empezar y acabar la carrera. En su mente no estuvo nunca subir a
ningún podio, y prueba de ello es la fotografía que preside este
texto. Arriba vemos una larga fila de atletas correspondiente a la
travesía Núria a Queralt, en los Pirineos; Francisco Contreras
cierra la carrera sin ningún tipo de complejos, y siendo él mismo
como lo fue siempre. Con su forma de ser y filosofía de correr era
un soplo de aire fresco para tantos runners que mucho corren y poco o
nunca se cuelgan alguna de las medallas correspondiente a los tres
primeros que cruzan la meta.
Por ello, todos hemos colocado a Súper
Paco en lo más alto de la pirámide atlética. Para nosotros, los
atletas aficionados, es el runner que lo ha ganado todo pese a nunca
haber ganado nada.
Desde Jaén, la Asociación Deportiva
“Maratón Jaén” se une al dolor de la familia, de los amigos, y
nos tomamos la licencia de también llorar su muerte.
Francisco Contreras estuvo en Jaén en
numerosas ocasiones, y para acabar nos quedamos con su imagen
(arriba) finalizando la Xterra (año 2012) de 43 kilómetros.
Adiós, Súper Paco, aunque en nuestros
corazones ya eres inmortal.
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